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Globalización y pobreza (página 2)



Partes: 1, 2

Resultará imprescindible también
diseñar instancias de intercambio entre disciplinas y
vincular los proyectos de transformación de la
educación superior a las necesidades de toda la sociedad,
incluidas las del aparato productivo social y privado". Pero el
conocimiento en sí mismo no es el remedio de los males que
padece la humanidad. Mal procesado, el conocimiento, de fuerza
creadora puede convertirse en fuerza destructora. Es tal la
capacidad destructiva del conocimiento mal utilizado que en estos
momentos, cuando en el mundo millones de personas padecen hambre
y enfermedades, el depósito acumulado por las potencias
tecnológicamente desarrolladas puede servir para hacer
desaparecer nuestro planeta no una, sino varias veces.

CAPÍTULO III

Globalización
y conocimiento

Mediante que se profundiza la división
internacional del trabajo y el avance de los medios de
comunicación; el conocimiento, el intercambio de
información ha pasado a ser un medio de fácil
alcance para todos de una manera rápida y con mayor
libertad, especialmente a través del internet.

La globalización del conocimiento no está
centrada solo en los países con mayor desarrollo
tecnológico, sino que también participan aquellos
países que forman parte del proceso, teniendo como
resultado una retroalimentación, tomando en cuenta que los
países más avanzados mantienen el control de esta
tecnología evolutiva pero, de igual manera los
países que se encuentran en desarrollo y en miras de este
progreso tecnológico pueden sacar provecho de los erros
del ciclo competitivo.

3.1. La globalización

Existen diferentes conceptos para definir para palabra
Globalización. En el contexto en el cual nos enfocamos, se
puede interpretar desde: apología neoliberal de la
apertura global, de la cual supuestamente se benefician todos por
igual, hasta las más radicales posiciones nacionalistas en
contra de dicho proceso. Según el Fondo Monetario
Internacional: el proceso de globalización consiste en el
"crecimiento de la interdependencia económica de los
países del mundo a través de un creciente volumen y
variedad de transacciones de bienes y servicios y flujo
internacional de capitales a través de las fronteras, y
también por medio de una más rápida y amplia
difusión de la tecnología. En realidad, la llamada
globalización no es otra cosa que la fase más
avanzada de la división internacional del
trabajo.

Visto desde la perspectiva de que el proceso productivo
no se lleva a cabo en un mismo país, región o
lugar, tener claro la verdadera procedencia de la
mercancía se torna complicado, a tal punto de que es como
si estas no tuviesen nacionalidad. En estas condiciones, la
economía mundial es cada vez menos la suma de
economías nacionales aisladas, para convertirse en una
economía global e interdependiente, lo cual da la
impresión de homogeneidad. Sin embargo,
globalización no es sinónimo de equidad, ya que no
todos los miembros de la comunidad internacional que participan
en igualdad de condiciones dentro de la nueva división
internacional del trabajo no poseen los mismos medios o no
están en entornos similares (políticas, culturales,
económicas, etc). Las diferencias entre lo global y lo
local no cambian por la influencia de la llamada
globalización, visto que cada día se suman
más países, los cuales en su mayoría, desde
el punto de vista poblacional, son pequeñas
naciones.

La globalización esta principalmente dirigido por
las llamadas empresas transnacionales, debido que de ellas se
desprende el mayor volumen de la producción de bienes y
servicios, y a su vez el desarrollo y los avances
tecnológicos a nivel mundial. Del mismo modo, queda en
evidencia que la mayor parte de este comercio se realiza al
interior de la tríada conformada por Estados Unidos, la
Unión Europea y Japón.

Cabe considerar, por otra parte que más que la
contribución en el proceso de producción que
aportan las empresas transnacionales, los flujos comerciales y la
inversión, es sustancial e igual de importante el aporte
cultural que muestra dicho proceso. El cual consiste en modelar
la división internacional de trabajo a través de
los beneficios estratégicos de las naciones más
desarrolladas, de donde provienen.

Dado el atraso tecnológico inherente, se ve
reflejado la competitividad de los países en desarrollo,
la cual está sometida a la economía presente en las
empresas transnacionales. La mayor o menor participación
de los países menos desarrollados en las redes de
producción dirigidas por las empresas trasnacionales, su
capacidad de absorción de inversión extranjera,
depende, por lo menos, de las siguientes condiciones: a)
estabilidad macroeconómica; b) disponibilidad de una
infraestructura adecuada; c) suficiente oferta de fuerza de
trabajado adecuadamente calificada y relativamente barata, y d)
estabilidad política. La integración de estos
aspectos es un factor determinante ante el grado de confianza que
posee cada país. La implementación de este sistema,
fortalece la paridad entre nuestras economías, mediante
una determinación en las últimas etapas del proceso
productivo y bajo el control tecnológico de las empresas
transnacionales.

3.2. El Conocimiento

El conocimiento se caracterizar por ser origen del
poder, ya que hoy por hoy constituye la base del impulso de las
naciones. El progreso y avance en la economía y la
sociedad forman parte del desarrollo del conocimiento. Pero no
siempre ha sido así. Por mucho tiempo el conocimiento,
especialmente el conocimiento científico, estuvo
condicionado por el oscurantismo religioso y las
ideologías totalitarias, impidiéndole su desarrollo
y su proyección social. Aún hoy día, en
algunos puntos del planeta, persisten estas barreras al
conocimiento.

Un momento histórico en el desarrollo del
conocimiento fue el advenimiento del capitalismo en Europa. Con
el triunfo de la burguesía, el potencial creativo del
conocimiento, reprimido por muchos siglos por la clase feudal y
la iglesia, fue liberado, dando como resultado la llamada
Revolución Industrial, que transformó radicalmente
el mapa económico y político del mundo.

El conocimiento aplicado en la organización del
trabajo, trajo como consecuencia la llamada Revolución de
la Productividad. Este proceso se extendió, más o
menos, desde 1800 hasta la Segunda Guerra Mundial y uno de sus
pioneros fue Frederick W. Taylor.

Después de la Segunda Guerra Mundial el
conocimiento ha venido aplicándose cada vez más al
conocimiento mismo, a lo que Drucker ha dado en llamar la
Revolución Administrativa. Según este autor, "el
conocimiento se está convirtiendo actualmente en el
único factor de la producción, y ha puesto a un
lado tanto al capital como al trabajo".

3.2.2. Conocimiento y desarrollo

El conocimiento ha sido la principal influencia en el
desarrollo económico – social. Queda en evidencia
que la aplicación en el sistema productivo, los
hábitos de consumo, las costumbres y, en general las
relaciones de producción de los grandes inventos
tecnológicos, han dado origen a su evolución a lo
largo de la historia. Gracias al desarrollo tecnológico,
el ser humano ha ido adquiriendo un mayor control de la
naturaleza y construyendo mejores condiciones vida, aunque esta
interacción no siempre ha redundado en la plena
satisfacción de las necesidades de la sociedad en su
conjunto. El desarrollo tiene como finalidad mejorar las
condiciones de vida de la población pero, no siempre se
logra cumplir con este objetivo. La lucha existente entre los
intereses monopólicos y el interés común,
deja en manifiesto la poca equidad del intercambio de los frutos
del desarrollo entre todos los miembros de la sociedad, regiones
de un país y entre todos los países.

Con el avance tecnológico aumenta continuamente
la productividad de los principales factores de
producción, lo que esto significa que la brecha social
entre ricos y pobres se tienen a ampliar en términos
relativos. Esto significa que aun con todo el conocimiento
adquirido por la humanidad, no se ha logrado o no ha servido para
resolver los problemas de un alto porcentaje de la
población de planeta. Se estima que en la actualidad hay
por lo menos mil millones de personas en el mundo, que subsisten
en condiciones de miseria, mientras que en el otro extremo un
número similar de personas disfruta de la abundancia y el
bienestar material.

De los países tecnológicamente más
desarrollados se desprende un consumismo exagerado, lo cual trae
como consecuencia la contaminación que va en aumento, del
medio amiente, provocando fenómenos planetarios como el
recalentamiento global y la destrucción de la capa de
ozono. Las regiones más pobres se han convertido en
depósitos de los desechos de las naciones cuantiosas. Las
consecuencias de un conocimiento mal implementado se ven
reflejados en el desequilibrio social, donde en el mundo millones
de personas mueren de hambre y por enfermedades, el arsenal
bélico acumulado por las potencias tecnológicamente
desarrolladas puede servir para hacer desaparecer nuestro planeta
no una, sino varias veces.

Demos pues que el conocimiento, fuerza creadora, puede
convertirse, como de hecho ocurre, en medio de
destrucción. En la perspectiva que aquí adoptamos
queda en evidencia que el conocimiento debe pasar a transformar,
buscar e implementar nuevos modelos socioeconómicos en los
cuales el este efectivamente se ponga al servicio de la sociedad
en su conjunto, y no de unos pocos países y personas.
Definitivamente, hay que repensar la función social del
conocimiento.

3.2.3. Situación actual

Actualmente toda clase de información que se
maneja circula medianamente libre y es quien hace posible que
muchas personas y países con sus recursos limitados,
pueden acceder al conocimiento casi al mismo tiempo que este se
produce. Debido a esto, los países menos desarrollados
tienen la oportunidad de mejorar su capacidad competitiva en los
mercados internacionales. La socialización creciente del
conocimiento se constituye así en uno de los rasgos
característicos de la sociedad mundial en la actualidad.
Tal vez el principal medio de propagación del conocimiento
a escala planetaria, y de lo cual se benefician también
las naciones menos desarrolladas, son las empresas
transnacionales, quienes adelantan actividades de
investigación y desarrollo y las transfieren a las
filiales basadas en los países receptores de
inversión extranjera.

El proceso de globalización que manejan las
empresas transnacionales, conservan el monopolio del conocimiento
de vanguardia. Lo anterior impone el reto de desarrollar
tecnologías apropiadas a las condiciones locales, con
miras a potenciar ventajas competitivas, que les permitan a los
países en desarrollo insertarse exitosamente en los
mercados internacionales, sin tener que depender necesariamente
de las tecnologías que poseen de las empresas
transnacionales.

3.3. Información y
Conocimiento

La información y el conocimiento van de la mano.
La información es la base del conocimiento, pero este
último a su vez es fuente de información. No toda
información se convierte automáticamente en
conocimiento. Es necesario todo un proceso de análisis
para identificar aquellos componentes que realmente nos pueden
servir para esclarecer los interrogantes surgidos dentro de
determinada área del saber. Dicho de otro modo, el
conocimiento requiere de cierto grado de razonamiento que
garantice la veracidad de dicha información mediante su
comparación y clasificación.

Actualmente estamos en presencia de una verdadera
revolución en el conocimiento. Se estima que en los
últimos treinta años, en los países
más desarrollados se ha producido más conocimiento
que en los cinco milenios anteriores.

El principal vehículo de propagación
momentánea de la información, desafiando las
nociones de tiempo y espacio, son las llamadas redes de
información internacional, especialmente la Internet.
Mediante esta red podemos obtener información de forma
infinita sobre cualquier tema de interés, permitiendo su
uso con fines educativos, investigativos, militares o
comerciales.

El Internet se ha convertido en una herramienta
sumamente útil, el cual nos permite navegar
indefinidamente. Se debe considerar que el internet
también tiene sus contras, en él se puede conseguir
cualquier tipo de información tanto positiva como
negativa, así mismo se está expuesto a la
influencia de información malintencionada y perjudicial,
si no se tiene un manejo consiente del mismo. Y es que la
Internet, maravilla tecnológica de finales del siglo XX,
al igual que otros medios de comunicación como el
teléfono, la radio y la televisión. No hay que
olvidar que la Internet es ante todo un cibermercado
electrónico, en donde el consumismo encuentra su
máxima fetichización. Casi todo está al
alcance de tu mano. Solo hay que tener capacidad de compra y una
tarjeta de crédito.

Otro fenómeno informático de actualidad es
el surgimiento de la cibereducación. Las redes
inteligentes están revolucionando los métodos de
educación en todo el mundo. Los conceptos de biblioteca
electrónica, aula inteligente, conferencias interactivas
vía Internet, correo electrónico, los llamados
chats, etc. están cambiando los métodos
tradicionales de aprendizaje y socialización del
conocimiento. No está lejano el día en que la
tradicional clase de tiza y tablero desaparezca por completo, y
con ella el profesor sabelotodo.

No hay duda de que la revolución
informática nos brinda enormes posibilidades de mejorar
nuestras ventajas competitivas en el escenario mundial. No
obstante, para ello se requiere, aparte de concientizarnos sobre
su importancia, inversiones en infraestructura adecuada para tal
fin.

Pero no todo es color de rosa. La revolución
informática hace que cada vez más individuos
pierdan su privacidad, pues todo lo concerniente a su
personalidad, familia, propiedades, gustos, etc., se convierte en
patrimonio de muchas personas. En la era de la informática
el individuo tiende a convertirse en un registro más de la
gigantesca base de datos, manipulada, tanto por los organismos
del Estado, como por innumerables empresas, desde los
supermercados hasta las entidades financieras. Es tal el poder de
la información que en la actualidad las
guerras-comerciales o militares-, se ganan antes de que se den
efectivamente sobre el terreno, gracias a la capacidad y a los
medios para conocer de antemano la situación del
rival.

Igualmente, la fiebre de la Internet ya está
generando problemas de salud pública. Ha surgido la
ciberadicción, que como cualquier otra forma de
adicción, produce dependencia. Muchas personas
están siendo tratadas para curarse del electrónico
mal, que no solo arruina su salud sino, incluso, su vida
familiar.

CAPÍTULO IV

Universidad y
globalización

Los cambios ocurridos en la estructura de la
economía y la sociedad mundiales durante el siglo XX,
obligan a revisar los paradigmas imperantes acerca del papel de
la educación, en general, y de la educación
superior, en particular, en el progreso de las
naciones.

El gran desafío que deben enfrentar nuestros
países es el de cómo insertarse de manera
competitiva en un mundo cada vez más globalizado, en el
que, pese a que no se ha modificado sustancialmente el esquema
asimétrico del desarrollo entre las naciones, Se trata de
una nueva etapa del desarrollo, sustentada en el conocimiento y
hacia donde deben orientarse todos nuestros esfuerzos
académicos e investigativos.

4.1. La globalización: conceptos
generales

A raíz de los cambios tecnológicos sin
precedentes en la estructura de la economía mundial en la
segunda mitad del siglo XX El proceso de profundización de
la división internacional del trabajo, en los campos como
lo son: la electrónica, especialmente de la
microelectrónica, las telecomunicaciones, la
informática, la biotecnología, la ingeniería
genética, la sustitución de materiales, los medios
de transporte, etc., ha contribuido a una mayor
integración de las naciones dentro del complejo tejido del
sistema planetario de interconexiones económicas,
políticas y culturales. Esta situación ha sido
caracterizada por los medios académicos, políticos
y empresariales como el fenómeno de la
globalización. El concepto de globalización tiene
connotaciones de tipo ideológico, socioeconómico,
político y cultural.

En primera instancia desde el punto de vista
ideológico la globalización es el argumento
neoliberal que trata de justificar la inevitabilidad de someter
el desarrollo de los países a los dictados del mercado,
bajo el supuesto de la igualdad de oportunidades para todos. Es
en este marco que se ha intensificado el proceso de apertura de
los países menos desarrollados, como condición para
la supuesta implantación competitiva en los mercados
internacionales. En este sentido el concepto de
globalización viene a ser como el pretexto para ampliar el
dominio del capital transnacional sobre las economías
menos avanzadas, a través de los flujos de capital de
préstamo y de inversiones directas, así como de la
penetración de los medios de comunicación
masiva.

En Segunda estancia el aspecto socioeconómico la
globalización sustentada en el fetichismo mercantil, lejos
de solucionar problemas como la pobreza, el atraso
económico y el deterioro ambiental, ha profundizado la
brecha entre un puñado de naciones privilegiadas y en
resto del mundo. Se estima que en la actualidad por lo menos 1200
millones de personas sobreviven en la miseria, con ingresos que
no superan un dólar diario, y se prevé que muy
pronto esta cifra llegue a los 1500 millones. Si miramos el mapa
económico del mundo, aún asumiendo
metodologías generosas, la mayor parte de la
producción, el consumo y los avances tecnológicos
se concentra en un grupo de países que no representan ni
el 20% de la población total de las naciones del
planeta.

En este proceso apabullante de la globalización a
veces se dejan de lado aspectos como la transculturación,
resultado de la profundización de relaciones
asimétricas entre los pueblos del mundo.

La globalización ha afectado, para bien o para
mal, las culturas dependientes que lenta pero sostenidamente van
perdiendo su identidad, al asumir patrones de comportamiento
sociocultural a imagen y semejanza de las naciones más
desarrolladas. Al mismo tiempo, el resurgir de los nacionalismos
y la lucha por el afianzamiento de los valores locales,
así como la globalización de los canales de
comunicación planetaria, generan nuevas oportunidades para
la internacionalización de culturas antes
ignoradas.

Pero, independientemente de las contradicciones
asociadas al fenómeno de la globalización y de la
economía de mercado, especialmente la persistencia de la
asimetría tecnológica y socioeconómica entre
las naciones, no hay duda de que nos encontramos ante una fase
del desarrollo capitalista mundial, caracterizada por el
predominio de la gran industria, sustentada en elevadas escalas
de producción masiva. El carácter de los cambios
tecnológicos ocurridos en las últimas
décadas han con conducido al surgimiento de una especie de
"nuevo continente sin tierra", en el cual las fronteras
convencionales prácticamente desaparecen, dando lugar a la
aparición de una "nueva economía".

En este nuevo escenario se está modificando
radicalmente el paradigma de crecimiento sustentado solamente en
sectores tradicionales de la economía, los cuales han
tenido que reestructurarse en concordancia con las nuevas
tecnologías, dando paso al surgimiento de nuevas
actividades como los servicios informáticos, los servicios
de consultoría, la educación por Internet, el
comercio electrónico, la producción de software,
etc. Igualmente han aparecido en el escenario laboral nuevas
profesiones como "técnicos en control de datos", "analista
de investigación de mercados-online", "programador de
Webs", "director de contenidos", "técnico de sistemas de
vídeo on-line", "ingeniero de audio on-line", "director de
producto on-line", "ejecutivo de cuentas on-line", "director de
operaciones on-line", "ingeniero de sistemas Web", "director
general de Web administrador de Webs", "director de desarrollo de
negocios on-line", "director de marketing on-line", "director de
licencias on-line", "vicepresidente de negocios on-line. La
producción e intercambio de información de todo
tipo se ha convertido en el principal jalonador de la
economía norteamericana, así como también en
factor desestabilizador, vía mayor especulación con
las llamadas acciones tecnológicas, que en la
mayoría de los casos no reflejan la situación real
de las empresas.

En estas nuevas condiciones, aun considerando el
carácter desigual del desarrollo económico a escala
mundial, no hay duda que surgen perspectivas atractivas para los
países menos avanzados. El reto consiste en saberlas
aprovechar de manera creativa, como lo han hecho ya algunos
países en desarrollo.

4.2. Globalización del
conocimiento

Los cambios surgidos al interior de la
estructura socioeconómica mundial se encuentran la
profundización y expansión del conocimiento, el
cual se compone en el determinante de las ventajas comparativas
de los países. Estas ventajas ya no se basan en la
dotación de recursos naturales, la mano de obra barata o
la ubicación geográfica, sino en el desarrollo del
talento humano, cuyos conocimientos y habilidades no solo hacen
posible mejorar las ventajas competitivas en la economía
mundial, sino también encontrar alternativas de
solución a los problemas económicos y sociales de
los entornos nacionales y locales. A este proceso ha contribuido
en forma notoria la llamada revolución de la
información.

La información está cambiando
incluso la vieja noción de imperialismo. Ahora se habla no
solo de imperialismo económico, militar y político,
sino también mediático y comunicativo, gracias al
uso de la información por parte de los monopolios de las
comunicaciones como medio para manipular la opinión
pública mundial. Por eso en la actualidad " el más
fuerte no es únicamente el que más tiene, sino
también el que más sabe, el que mejor comunica, el
que arbitra el alto tribunal de la opinión pública
local, nacional o mundial".

La revolución de la
información ha modificado también el tradicional
esquema de producción en masa para dar paso a sistemas
económicos flexibles, orientados a nichos especializados
de mercado. "La revolución en la información no
solo hace posible, sino que a su vez es realimentada, por la
quiebra de la producción masiva y el mercado de
masas.

Esta revolución igualmente ha
profundizado el proceso de terciarización del empleo. El
porcentaje de trabajadores de los países más
avanzados, empleados en los procesos fabriles, ha descendido
significativamente en los últimos 20
años.

4.3. Papel de la educación superior
en la creación de conocimiento

La educación superior está
llamada a jugar un papel cada vez más importante no solo
en la formación de profesionales, sino fundamentalmente en
la generación de nuevos conocimientos, que respondan a las
necesidades de la sociedad en el corto, mediano y largo plazo.
Ahora bien, si nos referimos a la llamada sociedad del
conocimiento, la formación profesional ya no solo debe
centrarse en el desarrollo de ciertas habilidades especializadas,
sino también de la capacidad para resolver creativamente
los problemas imprevistos que se puedan presentar en la
práctica laboral. En este sentido es urgente revisar los
paradigmas curriculares en los cuales se sustenta la
educación universitaria en países menos
desarrollados, dados los pobres resultados en el campo de la
investigación básica y aplicada y en la poca
capacidad de respuesta por parte de los profesionales frente a
los retos que le plantea la sociedad actual. Dado el alcance y el
ritmo de las transformaciones, la sociedad cada vez tiende
más a fundarse en el conocimiento, razón de que la
educación superior y la investigación formen hoy en
día parte fundamental del desarrollo cultural,
socioeconómico y ecológicamente sostenible de los
individuos, las comunidades y las naciones".

La educación superior en la
transformación de los entornos es muy importante. Sin
embargo, la magnitud y profundidad del impacto de la academia y
la investigación dependerán en gran medida del
desempeño de las entidades universitarias.

4.4. Compromiso de la
Universidad

La Universidad tiene el compromiso como centro generador
de conocimiento estratégico de transformar su entorno
inmediato y mediato, con el fin de mejorar permanentemente la
calidad de vida de la población, entendida esta no solo
como la satisfacción de la demanda de bienes y servicios,
sino también como el desarrollo cultural y la
conservación y mejoramiento del medio ambiente.
También, deberá asumir la responsabilidad de
contribuir a la inserción competitiva de los diferentes
sectores de la economía local, regional y nacional, en los
mercados internacionales.

Ahora bien, si el conocimiento generado desde la
Universidad es fundamental para enfrentar el reto competitivo del
actual proceso de globalización, para ello es
indispensable "lograr una mejor integración entre los
programas de educación superior y los de ciencia y
tecnología, tanto en investigación como en
transferencia de conocimientos", lo cual requiere de una
reorganización de las estructuras académicas y de
investigación científica en todas la áreas y
niveles, quebrando "el aislamiento y fraccionamiento que
actualmente existe".

Son muchos los retos que debe enfrentar la Universidad
para poder desempeñar un papel más efectivo en el
proceso de acondicionamiento de los entornos nacionales,
regionales y locales, a las nuevas realidades de un mundo cada
vez más interdependiente, aunque desigual. En este
sentido, existen diversas propuestas sobre las acciones que se
deben emprender para colocar a la Universidad en el sitio que
corresponde. En el objetivo general del Plan de Acción
para transformación de la educación superior en
América Latina y el Caribe del CRESALC, se busca "lograr
una transformación profunda de la educación
superior en América Latina y el Caribe, para que se
convierta en promotora eficaz de una cultura de paz, sobre la
base de un desarrollo humano fundado en la justicia, la equidad,
la democracia, y la libertad, mejorando al mismo tiempo la
pertinencia y la calidad de sus funciones de docencia,
investigación y extensión, ofreciendo igualdad de
oportunidades a todas las personas a través de una
educación permanente y sin frontera, donde el
mérito sea el criterio básico para el acceso, en el
marco de una nueva concepción de la cooperación
regional e internacional".

Para ello se recomienda una serie de acciones o
programas orientados al mejoramiento de la pertinencia, de la
calidad, de la gestión y el financiamiento, así
como a la gestión académica de las nuevas
tecnologías de información y comunicación y
a la reorientación de la cooperación
internacional.

En general, se trata de repensar el modelo de
aprendizaje practicado en los centros de educación
superior, con miras a potenciar un conocimiento más acorde
con las exigencias de las nuevas tendencias de la economía
y la sociedad. La definición de economía de
aprendizaje como una economía en la que el éxito de
los individuos, las empresas y las regiones refleja la capacidad
de aprender teniendo como características la
evolución es rápida, las aptitudes pasadas queda
obsoletas y se exige nuevas capacidades; el aprendizaje abarca la
creación de competencias y no sólo un mayor acceso
a la información; el aprendizaje continúa en todos
los sectores de la sociedad y no únicamente en los de alta
tecnología; y la creación neta de empleo se produce
en sectores con alto coeficiente de conocimientos.

También es importante revisar los términos
de contratación de los docentes, partiendo de criterios
fundamentados no solo en el acervo de conocimientos y
títulos, sino también en la evaluación de la
capacidad investigativa y pedagógica del aspirante. En
este mismo sentido es necesario perfeccionar los sistemas de
evaluación de los estudiantes que aspiran a ingresar a la
Universidad, teniendo en cuenta su capacidad cognitiva y de
trabajo.

Las Universidades deben trascender la formación
profesionalizante, cuyo resultado es un egresado con
título pero con poca capacidad de influir creativamente en
la transformación de su entorno. El título debe
ser, más que una constancia de estudios, el reflejo del
cambio cualitativo e integral que debe darse en el cerebro del
nuevo profesional. Al respecto, no sería escabellado
establecer un examen final del egresado, en el que se
evalúe no solo los conocimientos adquiridos durante la
carrera, sino, fundamentalmente, la capacidad de respuesta a los
problemas que le plantea su entorno.

CAPÍTULO V

El mundo de la
pobreza

La pobreza depende del desarrollo relativo alcanzado por
determinada región o país. Así, tanto el
carácter como la magnitud de la pobreza en los llamados
países en desarrollo difieren cuantitativa y
cualitativamente de la misma categoría en los
países más avanzados.

Equivalentemente, dentro del grupo de los primeros la
pobreza no se presenta con la misma intensidad; así, la
pobreza en los países africanos y asiáticos reviste
características cercanas a la miseria, incluso a la
miseria absoluta, como en el caso de Asia Meridional y Norte de
África. En otras regiones, como América Latina, la
pobreza es menos pobre. Es decir, sin que se logre satisfacer
plenamente las necesidades de un alto porcentaje de la
población, la pobreza aquí no alcanza el dramatismo
de otras latitudes.

5.1. Aproximación
conceptual

5.1.1. Definición de
pobreza

Se definirán los enfoques de pobreza manejados
por los organismos internacionales de crédito, como el
Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y los
expresados por instituciones como la Cepal, el PNUD, o por las
diferentes ONGs, organizaciones políticas y sindicales e
investigadores independientes.

  • Según el Banco Mundial la pobreza es hambre;
    es la carencia de protección; es estar enfermo y no
    tener con qué ir al médico; es no poder asistir
    a la escuela, no saber leer, no poder hablar correctamente;
    no tener un trabajo; es tener miedo al futuro, es vivir al
    día; la pobreza es perder un hijo debido a
    enfermedades provocadas por el uso de agua contaminada; es
    impotencia, es carecer de representación y libertad
    (WORLD BANK, 2000b).

  • De acuerdo con la Cepal, "La noción de
    pobreza expresa situaciones de carencia de recursos
    económicos o de condiciones de vida que la sociedad
    considera básicos de acuerdo con normas sociales de
    referencia que reflejan derechos sociales mínimos y
    objetivos públicos. Estas normas se expresan en
    términos tanto absolutos como relativos, y son
    variables en el tiempo y los diferentes espacios nacionales"
    (CEPAL, 2000a: 83).

  • En contra del enfoque de la pobreza basada solamente
    en los niveles de ingreso, se afirmó que la pobreza
    "va más allá de la carencia de ingresos", pues
    esta es de carácter multidimensional e incluye lo
    económico, lo social y lo gubernamental.
    "Económicamente los pobres están privados no
    solo de ingreso y recursos, sino también de
    oportunidades. Los mercados y los empleos a menudo son de
    difícil acceso debido a las bajas capacidades y a la
    exclusión social y geográfica. La poca
    educación afecta las posibilidades de conseguir empleo
    y de acceder a información que podría
    contribuir a mejorar la calidad de sus vidas. La asistencia
    sanitaria y los servicios de salud insuficientes, más
    la inadecuada nutrición, limitan las posibilidades de
    trabajar y realizar su potencial físico y mental" La
    anterior situación se complica aún más
    "debido a la estructura de sociedades e instituciones que
    tienden a excluir a los pobres de su participación en
    la toma de decisiones sobre los direccionamientos del
    desarrollo económico y social" (Global Poverty Report,
    2000: 3).

  • Un enfoque más complejo de pobreza es el que
    propone el premio Nóbel de Economía, Amartya
    Sen, para quien la pobreza es ante todo la privación
    de las capacidades y derechos de las personas. Es decir, en
    palabras de Sen, se trata de la privación de las
    libertades fundamentales de que disfruta el individuo "para
    llevar el tipo de vida que tiene razones para valorar" (Sen,
    2000:114). Desde este punto de vista, "la pobreza debe
    concebirse como la privación de capacidades
    básicas y no meramente como la falta de ingresos, que
    es el criterio habitual con el que se identifica la pobreza"
    (Sen, 2000:114).

  • Otro enfoque de la pobreza es el de la llamada
    pobreza humana, propuesto por el Programa de las Naciones
    Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este enfoque se refiere a
    la privación en cuanto a tener una vida larga y
    saludable; poder acceder al conocimiento; alcanzar un nivel
    de vida decente y a acceder a la participación. Este
    concepto se diferencia de la definición de pobreza de
    ingreso, que parte de la privación de un solo factor:
    el ingreso, "ya sea porque se considera que ese es el
    único empobrecimiento que interesa o que toda
    privación puede reducirse a un denominador
    común". De acuerdo con el PNUD, "el concepto de
    pobreza humana considera que la falta de ingreso suficiente
    es un factor importante de privación humana, pero no
    el único", y que por lo tanto no todo empobrecimiento
    puede reducirse al ingreso. "Si el ingreso no es la suma
    total de la vida humana, la falta de ingreso no puede ser la
    suma total de la privación humana" (PNUD, 2000:
    p.17).

  • Para el PNUD esta definición de pobreza
    está estrechamente ligada al concepto de desarrollo
    humano, el cual es entendido como un proceso de
    ampliación de las opciones de la gente, a
    través del aumento de sus funciones y capacidades. "De
    esta manera el desarrollo humano refleja además los
    resultados de esas funciones y capacidades en cuanto se
    relacionan con los seres humanos. En definitiva, el
    desarrollo humano es el desarrollo de la gente, para la gente
    y por la gente". Como se puede observar, la influencia
    seniana en esta definición es obvia (PNUD, 2000:
    p.17).

  • En otros ámbitos la pobreza se plantea como
    un problema moral, más que económico. "La
    teoría económica contempla solamente aquellas
    interacciones humanas que involucran el intercambio monetario
    y de bienes; de hecho ignora gran parte de la existencia
    humana. La economía no tiene en cuenta el amor, la
    familia, la cultura, la salud, la espiritualidad, el medio
    ambiente o cualquier otra cosa que haga la vida rica y
    significativa" (WORLD FAITHS DEVELOPMENT COUNCIL,
    1999).

La definición de pobreza no es tarea
fácil. No obstante, todo parece apuntar a que la pobreza
es una categoría multidimensional y porque lo tanto no se
la puede abordar desde un solo ángulo, sino que debe ser
planteada como un problema complejo que involucra factores de
índole económica, social, cultural, moral,
política e incluso natural, como es el caso de los
desastres naturales, así como también el
desplazamiento forzoso de la población debido a las
guerras intestinas, que anualmente empobrecen a millones en el
mundo. En este sentido, las políticas encaminadas a
disminuir la pobreza, deben igualmente ser de carácter
integral, centrando su atención no solo en el mejoramiento
material de las personas sino también en el desarrollo
real de sus capacidades, así como en el fortalecimiento de
sus derechos.

5.1.2. Medición de la
Pobreza

La estimación va desde la utilización de
métodos esencialmente cuantitativos hasta el diseño
de complejos modelos que incluyen variables de difícil
medición. El método más común es el
que establece niveles de ingreso para diferenciar a los pobres de
los que no lo son, conocidos como "líneas de
pobreza".

De acuerdo con la Cepal las líneas de pobreza
representan el nivel de ingreso necesario para que los hogares
puedan satisfacer las necesidades básicas (alimentarias y
no alimentarias) de sus miembros.

El Banco Interamericano de Desarrollo por su parte,
estima la línea de pobreza en dos dólares diarios
por persona, mientras que el Banco Mundial, además de esta
medición, calcula la línea de pobreza a partir de
un dólar diario de ingreso por persona.

  • Según Feres y Mancero, la definición
    de las líneas de pobreza descansa en dos enfoques: uno
    directo y el otro indirecto. "En el enfoque "directo", una
    persona pobre es aquella que no satisface una o varias
    necesidades básicas, como por ejemplo una
    nutrición adecuada, un lugar decente para vivir,
    educación básica, etc. El enfoque "indirecto",
    en cambio, clasificará como pobres a aquellas personas
    que no cuenten con los recursos suficientes para satisfacer
    sus necesidades básicas" (Feres y Mancero, 1999:
    3.2).

  • Otra forma de medir la pobreza es a través
    del indicador NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas),
    del cual se habló en la definición de pobreza.
    De acuerdo con Feres y Mancero, "este método consiste
    en verificar si los hogares han satisfecho una serie de
    necesidades previamente establecidas y considera pobres a
    aquellos que no lo hayan logrado. En su versión
    más simple, el método NBI utiliza
    únicamente información "ex-post", puesto que no
    considera la capacidad del hogar para satisfacer las
    necesidades a futuro" (Feres y Mancero, 1999:
    3.3.1).

  • A partir de 1990 el Programa de las Naciones Unidas
    para el Desarrollo (PNUD) viene utilizando el Índice
    de Desarrollo Humano (IDH), el cual incluye tres dimensiones
    básicas: una vida larga y saludable, conocimientos y
    un nivel decente de vida. "Por cuanto se trata de un
    índice compuesto, el IDH contiene tres variables: la
    esperanza de vida al nacer, el logro educacional
    (alfabetización de adultos y la tasa bruta de
    matriculación primaria, secundaria y terciaria
    combinada) y el PIB real per cápita (PPA en
    dólares). El ingreso se considera en el IDH en
    representación de un nivel decente de vida y en
    reemplazo de todas las opciones humanas que no se reflejan en
    las otras dos dimensiones" (PNUD, 2000:17). El problema
    aquí radica en la definición de los criterios
    para determinar qué es un "nivel decente de
    vida".

  • Existe también el llamado Índice de
    Potenciación de Género (IPG), el cual se
    refiere al grado de participación de las mujeres en la
    vida económica y política de un país. El
    IPG "mide la desigualdad de género en esferas clave de
    la participación económica y política y
    de la adopción de decisiones". El IPG se diferencia
    del IDG, que es un indicador de la desigualdad de
    género en cuanto a capacidades básicas (PNUD,
    2000: 17).

5.2. Panorama General de la Pobreza

De acuerdo con el Banco Mundial la distribución
de los beneficios del progreso mundial continúa siendo
extremadamente desigual y hoy por hoy "el ingreso promedio en los
20 países más ricos es 37 veces mayor que el de las
20 naciones más pobres; esta brecha se ha duplicado en los
últimos 40 años" (Banco Mundial,
2000:3-4).

De acuerdo con Amartya Sen, el mundo en el que vivimos
hoy es de una opulencia sin precedentes. Sin embargo,
"también vivimos en un mundo de notables privaciones,
miseria y opresión". Entre los problemas viejos y nuevos
que aquejan al mundo contemporáneo Sen destaca "la
persistencia de la pobreza y muchas necesidades básicas
insatisfechas, las hambrunas y el problema del hambre, la
violación de libertades políticas elementales,
así como de libertades básicas, la falta de
atención a los intereses y a la agencia de las mujeres y
el empeoramiento de las amenazas que se ciernen sobre nuestro
medio ambiente y sobre el mantenimiento de nuestra vida
económica y social"(Sen, 2000: 15).

Situaciones como el desplazamiento forzoso y los
desastres naturales, son factores que contribuyen no solo a
incrementar el número de pobres, sino también a
deteriorar la calidad de vida de la población, en
general.

5.3. Factores determinantes de la
pobreza

5.3.1. Factores externos

El conjunto de factores externos que han influido,
directa o indirectamente, en la conservación y
reproducción de las condiciones que impiden superar los
problemas de la pobreza en la mayor parte del mundo, inciden
en:

  • El carácter desigual de la división
    internacional del trabajo y su agravamiento en las actuales
    condiciones de globalización.

  • Los factores como el papel del capital financiero
    internacional y el intercambio desigual.

  • El drenaje de importantes recursos de los
    países en desarrollo, lo cual limita su capacidad de
    ahorro e inversión, especialmente en el campo
    social.

  • El carácter imitativo del desarrollo en los
    países más pobres, los lleva a adoptar patrones
    de consumo altamente perjudiciales para el normal
    desenvolvimiento de sus estructuras
    socioeconómicas.

La división internacional del trabajo
afianzó el esquema de dominio por parte de unas cuantas
potencias industrial y tecnológicamente más
desarrolladas, las cuales, una vez culminado el proceso de
reparto territorial del mundo, iniciaron la pugna por el reparto
económico y político del mismo, lo que
desembocó en dos guerras mundiales.

El desarrollo desigual entre los principales grupos de
países ha sido la constante, dando como resultado la
elevada concentración de la producción, el ingreso,
los mercados y el conocimiento en el grupo de los más
desarrollados, lo cual se constituye en el principal
obstáculo para superar el problema de la
pobreza.

Las nuevas tecnologías se están
convirtiendo en un instrumento adicional de profundización
de las desigualdades a escala mundial, aunque al mismo tiempo
ofrecen nuevas posibilidades de mejorar las condiciones de
inserción en los mercados internacionales, sin que esto
signifique necesariamente el acortamiento de la brecha digital
entre las potencias tecnológicas y el resto del mundo en
desarrollo.

Las desigualdades estructurales que caracterizan a la
economía mundial se ven acentuadas por aspectos como la
llamada arquitectura del sistema financiero internacional, las
condiciones asimétricas del intercambio comercial,
así como los flujos de conocimiento, los cuales se han
convertido en mecanismos adicionales de empobrecimiento de los
países menos desarrollados. El flujo de capital de los
centros de poder financiero hacia las naciones menos
desarrolladas se ha convertido en un poderoso instrumento de
sometimiento y control del desarrollo en estos
últimos.

La deuda externa se ha convertido en mecanismo de
drenaje de importantes recursos financieros de los países
pobres hacia las naciones más desarrolladas, reduciendo de
esta manera la capacidad de inversión, tanto en
infraestructura física como en proyectos de interés
social. La espiral de la deuda conduce a que cada vez más
hay que recurrir a nuevos préstamos para poder atender la
deuda acumulada, cuyo saldo en vez de disminuir crece en forma
sostenida.

Pero aparte del elevado costo económico y social
que implica el servicio de la deuda externa, esta no siempre
cumple los propósitos para los cuales fue contratada
debido, entre otros factores, a su manejo ineficiente e ineficaz
por parte de gobiernos y funcionarios de turno. Si a esto le
agregamos la corrupción que se genera alrededor del uso de
los recursos financieros provenientes del exterior, el impacto de
la deuda externa en la superación de las desigualdades
sociales en los países menos desarrollados es bastante
modesto. Los países endeudados terminan destinando gran
parte de sus ingresos al servicio de la deuda externa, limitando
de esta manera las posibilidades de mejorar las condiciones de
vida de los más pobres que, como ya hemos visto,
constituyen parte importante de la población.

Otro factor que impide el avance económico y
social en la periferia atrasada del capitalismo mundial es el
esquema asimétrico de intercambio comercial entre los
países menos desarrollados y las naciones opulentas. La
enorme brecha tecnológica existente entre ambos grupos de
países hace que la disminución del valor de los
bienes y servicios provenientes de los más desarrollados
sea considerablemente superior a la de los más atrasados.
A lo anterior se agrega el control monopólico de los
mercados, por parte de las empresas transnacionales. Por eso,
para poder participar en el comercio internacional, los
países más atrasados deben involucrar mayor trabajo
necesario en las mercancías exportadas, en detrimento de
la remuneración de los trabajadores directos, lo que
contribuye a empeorar su capacidad adquisitiva.

El esquema mundial de reproducción del capital,
imperante en la actualidad, se constituye en uno de los
principales factores que contribuyen a la conservación y
reproducción de las condiciones de pobreza humana en la
mayor parte de los países del orbe. Este hecho se puede
corroborar cuando analizamos la estructura actual de la
división internacional del trabajo, caracterizada por una
profunda asimetría en la distribución del producto
mundial, en los intercambios comerciales y en los avances
tecnológicos entre un puñado de naciones altamente
desarrolladas y el resto del mundo.

5.3.2. Factores internos

Existen factores de carácter estructural, tales
como la estrechez crónica del mercado interno, debido
entre otras cosas a profundas desigualdades en la
distribución del ingreso y la riqueza entre las regiones y
los grupos humanos, en el limitado acceso para gran parte de la
población a la educación, a los servicios de salud,
a una vivienda digna, a la participación en la toma de
decisiones que tienen que ver directa o indirectamente con sus
intereses. Las desigualdades se dan también entre los
diferentes grupos étnicos o religiosos, o entre los
géneros.

Existen factores de empobrecimiento como el
desplazamiento forzoso, consecuencia de las guerras internas y la
violencia en las zonas rurales. La inseguridad generada por las
guerras internas en los países menos desarrollados
obstaculiza la inversión productiva, empeorando la
situación de desempleo que padece gran parte de la
población económicamente activa.

También contribuye a la reproducción de la
pobreza y las desigualdades, las políticas
macroeconómicas de los gobiernos, orientadas a beneficiar
a los sectores más ricos de la población, en
detrimento de los menos favorecidos. En este sentido actúa
uno de los peores males de las naciones en desarrollo: la
corrupción, tanto en el sector público como en el
privado. Estos y otros factores trataré de ilustrar en el
presente punto.

La presión sobre la tierra, debido a la
distribución desigual de la propiedad, genera efectos
devastadores sobre el medio ambiente, tales como la
erosión de suelo, resultado del uso intensivo de
agroquímicos. La falta de tierras disponibles para la
producción cerca de los grandes centros de consumo empuja
a los campesinos a la colonización de nuevos territorios,
empeorando los problemas de deforestación y
desertificación, así como el agotamiento de las
fuentes de agua para los cultivos y para las poblaciones de las
zonas urbanas. La falta de tierra y de incentivos para su empleo
productivo han provocado problemas tan graves como el de los
narcocultivos que, lejos de resolver el problema de la pobreza de
los campesinos, se convierte en factor adicional de
desestabilización económica y social, de
desvío de importantes recursos para la lucha contra el
narcotráfico, en lugar de ser utilizados en el
mejoramiento de la situación socioeconómica de la
población rural.

La corrupción hace que cuantiosos recursos
destinados al mejoramiento de la calidad de vida de los sectores
más pobres se desvíen hacia el enriquecimiento de
funcionarios públicos y empresarios
inescrupulosos.

Un factor importante en la reproducción de la
pobreza son los conflictos internos, los cuales producen
desplazamientos masivos de personas de sus lugares de vivienda y
trabajo. Al perder sus propiedades y fuentes de empleo los
desplazados quedan reducidos prácticamente a la
condición de pobres absolutos. Estos desplazamientos se
traducen además en la destrucción de las fuerzas
productivas en las zonas de conflicto y en el empeoramiento de la
situación de los llamados cinturones de miseria en las
grandes ciudades del mundo en desarrollo, produciendo efectos
desestabilizadores en lo social, lo político y lo
económico.

Otro aspecto importante que impide disminuir la pobreza
en los países en desarrollo es la separación de la
política social de la macroeconómica, por parte de
los gobiernos, y la subordinación de la primera a las
exigencias de la segunda, en el supuesto de que la
política social es la única responsable de la
equidad. El tratamiento del problema de la pobreza aislado de las
políticas económicas produce desajustes
estructurales que impiden superar las desigualdades
sociales.

Estos factores se reproducen permanentemente, debido a
la estrechez estructural de la economía y al modelo de
Estado ineficiente y corrupto, controlado por grupos minoritarios
de la población, en los cuales se concentra la mayor parte
del ingreso, la riqueza y la toma de decisiones en materia de
política económica y social. Ante esta
situación, existen igualmente múltiples propuestas
de solución al problema de la pobreza en la mayor parte
del mundo.

5.4. Propuestas para erradicar la pobreza a manera de
conclusión

La pobreza lo que se busca es mejorarla, haciendo
más viable el proyecto de vida de millones de personas,
especialmente en los países económica y socialmente
más atrasados.

Es necesario llevar a cabo una serie de políticas
públicas, que garanticen la distribución equitativa
de sus resultados.

El problema de la pobreza debe ser enfrentado mediante
la alianza entre el Estado, la sociedad civil y el sector
privado. Según los autores del estudio el tipo y la
magnitud de los retos que deben enfrentar estas alianzas son muy
variados e incluirían los siguientes aspectos: "(i)
reducción de los déficit en la infraestructura de
los servicios sociales básicos como escuelas, centros de
salud y mejoras en la calidad de los servicios prestados; (ii)
provisión de otros servicios básicos (tales como
agua y saneamiento, vivienda, etc.); (iii) generación de
ingresos y empleo: (iv) programas especiales para los grupos
más vulnerables; (v) nuevos aspectos como la
protección ambiental, mayor participación popular
en el diseño de las políticas, e iniciativas que
tengan como meta mejorar el acceso de los pobres al sistema
judicial mediante alternativas para la resolución de
conflictos; y (vi) combinación de todos los anteriores en
un enfoque multifacético que apunte al desarrollo local
integrado" (FISZBEIN y LOWDEN, 1999: 2-3).

La alianza tradicional entre el Estado y los sectores
más poderosos del sector privado pone en entredicho la
efectividad de dicha estrategia.

La CEPAL por su parte plantea una serie de principios
que deben regir las políticas para atacar la pobreza: a)
universalidad; b) solidaridad; c) la eficiencia; d) criterio de
equivalencia; y e) carácter integral de la política
social (CEPAL, 2000a:73-80).

Un principio para atacar la pobreza es el llamado
"criterio de equivalencia". Este principio se refiere al
vínculo que debe existir entre contribuciones y beneficios
"tanto en el ámbito de los programas generales como de los
mecanismos de aseguramiento". Se trata de aplicar
políticas redistributivas que favorezcan a los sectores
sociales de menores ingresos, vía menores impuestos y
créditos, acordes con la capacidad económica de los
mismos (CEPAL, 2000a:78).

Para lograr los anteriores objetivos es indispensable
fortalecer el empoderamiento de la población, a
través de los diferentes medios de participación
ciudadana en la discusión y aprobación de todos
aquellos programas que afectan, directa o indirectamente, su
situación socioeconómica. Esta participación
debe estar precedida de todo un proceso de aprendizaje, toda vez
que la población no está acostumbrada a ejercer sus
derechos plenamente, y además no tiene confianza en las
deterioradas instituciones que dicen representarla. En otras
palabras, no es suficiente promulgar la participación
democrática de la población en los asuntos del
Estado, sino que hay que garantizarle los instrumentos para que
se convierta en realidad. Esto contribuiría a recuperar la
gobernabilidad perdida y fortalecería realmente la
democracia, condición indispensable para disminuir los
factores de violencia y mejorar la calidad de vida de los
sectores más pobres de la población.

También se requiere una reforma profunda de en
materia de administración de justicia social, pues uno de
los factores de violencia es la impunidad, que permite la
sobreexplotación de los asalariados y los pequeños
productores, en favor del gran capital local y
transnacional.

Conclusiones

Del tema analizado se obtuvieron las
siguientes conclusiones:

  • 1. La llamada globalización no pasa de
    ser más que un mito elaborado en los centros de
    pensamiento de los países más desarrollados,
    para darle consistencia teórica a las nuevas formas de
    sometimiento y explotación de los países menos
    avanzados, que son la mayoría. No obstante,
    sería ingenuo desconocer los cambios estructurales que
    caracterizan la etapa actual del desarrollo mundial y que,
    gústenos o no, afectan nuestras vidas, para bien o
    para mal. Desde este punto de vista, la llamada
    globalización ni es el remedio de los males que padece
    la mayor parte de la humanidad, ni tampoco la causa de todos
    los males que aquejan al mundo en desarrollo.

  • 2. La globalización ha profundizado el
    tradicional esquema de división internacional del
    trabajo, haciendo cada vez más complejos el
    entrelazamiento y la interdependencia de las
    economías, pero sin modificar el esquema
    asimétrico tradicional, dominado por un puñado
    de potencias tecnológicamente
    desarrolladas.

  • 3. El sistema educativo y en particular la
    educación superior, están llamados a jugar un
    papel trascendental en el desarrollo académico y
    científico, que permitan generar nuevos conocimientos
    y habilidades, orientados a la transformación
    socioeconómica de su entorno y así contribuir a
    mejorar su situación en el contexto nacional e
    internacional.

  • 4. El llamado proceso de globalización,
    señalado por la vanguardia del conocimiento en todos
    campos, está modificando profundamente la estructura
    socioeconómica, política y cultural del mundo,
    al punto que parecería que estamos entrando en una
    etapa cualitativamente nueva del desarrollo histórico.
    No obstante, la persistencia de muchos de los problemas que
    aquejan a la humanidad desde tiempos inmemoriales, y otros
    que han surgido precisamente dentro del actual proceso de
    profundización de la división internacional del
    trabajo, obligan a reflexionar sobre el
    particular.

  • 5. Es necesario comprometer al sector privado
    en la solución de los problemas que impiden mejorar la
    situación de los más pobres. Todo esto, de
    alguna manera, está consignado en los principales
    documentos publicados por organismos internacionales y los
    gobiernos de los países en desarrollo; lo que falta es
    mayor voluntad política para llevar a cabo los cambios
    necesarios.

Recomendaciones

  • 1. Los países menos desarrollados deben
    concentrar todos sus esfuerzos en buscar la manera de
    aprovechar eficientemente las ventajas que pueda ofrecer la
    actual división internacional del trabajo,
    especialmente aquellas relacionadas con las nuevas
    tecnologías que, pese a estar controladas por los
    centros desarrollados de producción de conocimiento,
    es posible adoptarlas y/o adaptarlas a las condiciones
    regionales y locales concretas.

  • 2. Atreverse a repensar nuestra realidad sin
    perder de vista que somos parte de un mundo cada vez
    más interconectado e interdependiente, en el cual
    nuestra situación es extremadamente
    desventajosa.

  • 3. Es necesario romper con el paternalismo
    ideológico de todo pelambre que por tantos siglos ha
    condicionado nuestra manera de pensar, sin que ello
    signifique menospreciar la riqueza intelectual acumulada por
    la humanidad a lo largo de su historia, sino por el
    contrario, utilizarla creativamente en la
    interpretación y solución de nuestros
    problemas.

  • 4. Establecer un nuevo orden económico
    internacional, que le garantice a los países menos
    desarrollados una mayor participación en la
    división internacional del trabajo, sobre la base de
    una mayor libertad para exportar sus productos a las naciones
    más opulentas. Esto le permitiría a los
    países pobres superar en gran medida los
    obstáculos que impiden solucionar los problemas de la
    pobreza.

  • 5. Revisar a fondo los esquemas teóricos
    que han servido de fundamento a las políticas
    económicas y sociales en los países en
    desarrollo, partiendo de sus propias realidades y buscando
    mejorar efectivamente la calidad de vida de la
    población, como condición para alcanzar el
    desarrollo humano y sostenible.

 

 

Autor:

Carvajal, Geraldin

Pirela, Bertha

Silvera, Daniela

Suniaga, Carmen

Wood, Diana

Enviado por:

Profesor:

MSc. Ing. Iván J. Turmero
A.

 

Monografias.com

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
POLITÉCNICA

"ANTONIO JOSÉ DE
SUCRE"

VICE-RECTORADO PUERTO
ORDAZ

DEPARTAMENTO DE INGENIERÍA
INDUSTRIAL

CÁTEDRA: INGENERÍA
FINANCIERA

PUERTO ORDAZ, DICIEMBRE DE 2014

Partes: 1, 2
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